El Control de la Gestión de la Conservación del patrimonio Natural y Cultural de la Nación Peruana y de la Humanidad

Auditoría de Gestión Ambiental y de Patrimonio Cultural en el Santuario Histórico de Machu Picchu (2003)


El Santuario Histórico de Machu Picchu se encuentra ubicado en el distrito de Machu Picchu, provincia de Urubamba, departamento del Cusco, sobre los 2 400 metros de altitud sobre el nivel del mar. El Santuario Histórico, fue declarado como tal, mediante D.S. N° 001-81-AA del 08.ENE.81, con una superficie de 32 592 Has. La ciudadela Machu Picchu —principal monumento arqueológico— fue descubierta científicamente el 24.JUL.11, por Hiram Binghan, quien actuó al frente de una expedición de la Universidad de Yale. Los objetos encontrados, así como los manuscritos de la citada expedición, se encuentran actualmente en dicha Universidad.
La ciudadela de Machu Picchu esta conformada por dos sectores: el urbano y el agrícola, separados por murallas y enlazados por caminos y estrechas callejuelas; el sector urbano se divide en dos barrios: barrio alto (Hanan) y barrio bajo (Hurin). Comprende un conjunto de edificaciones y áreas productivas, entre otros, diversos templos, recintos (pequeñas habitaciones), acueductos, andenes de cultivo, caminos y escalinatas. El conjunto ocupa una extensión de 20 000 m2, emplazados en un terreno de topografía sumamente accidentada. Esta, se halla sobre un conjunto de rocas ígneas intrusivas permotriásicas del batolito de Vilcabamba o Machu Picchu, donde predominan las granodioritas y granitos; sobre este conjunto de rocas se han desarrollado depósitos recientes (suelos cuaternarios) y principalmente bloques de granito denominados “caos granítico”.

Este accionar se efectuó bajo el enfoque de Auditoría Ambiental y del Patrimonio Cultural, y demandó realizar seis auditorías; debido a lo complejo de la interacción de la problemática ambiental y la cultural, que incide esencialmente sobre el Santuario Histórico de Machu Picchu, declarado Patrimonio Cultural Natural Mundial por la Unesco. Las principales conclusiones y recomendaciones de la auditoría fueron las siguientes:

Auditoría de Gestión Ambiental y de Patrimonio Cultural en el Instituto Nacional de Cultura-Cusco

La Ciudadela Inca de Machu Picchu requiere un Plan Integral de Gestión de Manejo del Sitio, que contemple los estudios geológicos validados, que advierten sobre la vulnerabilidad del Santuario Histórico de Machu Picchu en razón a la presencia de fenómenos denominados de “geodinámica externa”, es decir, aquellos relacionados con el agua y la gravedad; en razón a que la ciudadela Machu Picchu y gran parte del Santuario Histórico de Machu Picchu (SHM) se hallan sobre un conjunto de rocas ígneas intrusivas, formadas hace 250 millones de años aproximadamente, las mismas que están afectadas por fallas y fracturas también muy antiguas (fallas tectónicas no activas que atraviesan el Santuario).


Foto: Dren Cubierto, no habilitado. Sector V (Urbano), Recinto N° 10.


Frente a tales hechos no se ha evidenciado la adopción de medidas mitigadoras, tales como la implementación de un eficiente sistema de drenes que permita evacuar el agua, producto de las fuertes lluvias (diciembre–marzo), y minimizar las filtraciones al interior de las estructuras de los recintos existentes en la ciudadela, que vienen afectando sus muros y arquitectura.

Asimismo, es necesario contar con un Plan General de Intervenciones, documento técnico que permita identificar los principales sectores críticos, así como aquellos recintos afectados por el desplazamiento de los elementos líticos, estructuras y/o agrietamiento en las mismas, tal como se advierte en los recintos denominados: El Torreón, La Casa o Aposento de la Ñusta, La Tumba Real, El Templo Principal, El Templo Tres Ventanas, El Intihuatana, La Casa del Sacerdote, principalmente.


También resulta necesaria la implementación de un Centro de Información, que ordene y congregue toda la información de las diversas intervenciones que se efectúen en el monumento (diagnóstico, proyectos y los resultados alcanzados, fotografías, filmaciones) que permitan conocer su historia y tomar en base a ella las decisiones mas adecuadas.

Además, se tomó conocimiento que en la actualidad tanto las misiones Checa, Japonesa e Italiana se encuentran monitoreando los posibles movimientos de suelos al interior de la Ciudadela Inca Machu Picchu. Sin embargo, la Dirección Regional de Cultura carece de información relacionada con los estudios previos efectuados por dichas misiones para la instalación de los instrumentos de medición, así como de sus correspondientes planos de ubicación; no obstante, que dos publicaciones internacionales, revelan los datos proporcionados por los instrumentos de monitoreo instalados al interior de la Ciudadela Inca Machu Picchu por las precitadas misiones. En tal sentido, los Japoneses señalan: “retrospectivamente los deslizamientos de tierra tienen probablemente procedencia del pasado, y están aún activos en las laderas de Machu Picchu. El progreso del estado de evolución del deslizamiento de tierras es diferente en los diversos bloques; el estado actual de cada uno de los bloques, es información que sugiere futuros procesos de deslizamientos de tierra”; en tanto, que los Checos refieren “la irreversible deformación está en el orden de milímetros por mes, las series de tiempo son todavía cortas para hacer una conclusión”.


Al respecto, es de señalar que cuando las conclusiones de dichas misiones están condicionadas a la continuidad de los monitoreos, instalación de extensómetros, estudios de los deslizamientos profundos y otros, resulta apropiado que el INC conozca y valide estos procesos en orden a la mejor administración y conservación de la información obtenida, siendo un patrimonio cultural que se encuentra bajo su competencia.

Por otro lado, si bien el número de ingresos diarios no sobrepasa la capacidad de carga estimada para la Ciudadela Inca de Machu Picchu (3 400 personas), se requiere un sistema de señalización claro y preciso; un control en tiempo real de permanencia de visitantes; trípticos con las rutas señaladas; y una reglamentación clara para el uso del sitio con fines turísticos, para evitar una sobrecarga de visitantes en diferentes sectores, en especial en los nodos críticos; máxime, si se tiene en cuenta la vulnerabilidad de la estructura donde se encuentra asentada la ciudadela, los factores hidrobioclimáticos, y el impacto constante del intemperismo, que ocasionan de manera natural el deterioro de las estructuras en detrimento de la conservación de la ciudadela; proceso que se acelera por la carga excesiva de turistas en determinadas zonas.

Con relación a los fundamentos utilizados en el Estudio de Capacidad de Carga del Camino Inca, que determina una capacidad de carga turística del Camino Inca de 500 personas por día como máximo, presentan algunas inconsistencias, toda vez que se utilizaron como base dos estudios realizados con diferentes metodologías, en años diferentes y para dos lugares distintos; lo cual pone en riesgo el entorno natural y cultural donde se desarrolla el tramo inca. La capacidad de carga de un sitio depende de las características particulares del mismo, ésta tiene que ser determinada para cada lugar de uso público, por separado, y la simple sumatoria de las capacidades de todos los sitios no puede ser tomada como la capacidad de carga para el área protegida.

Asimismo, se requiere un registro oficial de los sitios arqueológicos y de la Red del Camino Inca, ubicados al interior del Santuario Histórico de Machu Picchu. Para el caso de la Red del Camino Inca, por ejemplo, no se cuenta con información uniforme por parte de las unidades encargadas de su registro, cuidado y mantenimiento; no teniendo información oficial respecto a ubicaciones de los tramos originales del Camino Inca en coordenadas geodésicas y la identificación de los tramos habilitados, así como los tramos intervenidos.

Respecto a las piezas arqueológicas pertenecientes a la Ciudadela Inca de Machu Picchu, que fueron trasladadas por Hiram Bingham hacia los Estados Unidos, se advirtió que en la actualidad se encuentran en la Universidad de Yale, y que el INC no cuenta con un inventario completo de las mismas.

Además, toda vez que el término Cultura Viva involucra a las diversas manifestaciones del ser humano basadas en sus creencias, vivencias y su manera de interpretar las cosas —que constituyen la expresión viva, dinámica y creativa de un pueblo con un pasado y una tradición común—, se consideran que tanto las danzas como la religión andina (misticismo) forman parte de ese legado milenario (Cultura Inca). En tal sentido, se advierte que los temas de la Cultura Viva deben priorizarse, por cuanto no se planificaron ni ejecutaron estudios y/o investigaciones que hubiesen permitido a la entidad conocer y registrar, de manera sistemática y detallada, tales manifestaciones.

Auditoría de Gestión Ambiental en el Instituto Nacional de Recursos Naturales- Inrena

El saneamiento físico legal del Santuario Histórico de Machu Picchu-SHM aún no se ha culminado. Se encuentran pendientes algunas acciones legales, entre ellas, el hecho de que el Jefe del SHM, entre los años 1992 y 1994, reconoció algunos derechos de posesión y usufructo a moradores dentro del SHMP, los mismos que son nulos de pleno derecho por haberse dictado por órgano incompetente, haciéndose necesaria la solución definitiva. De no culminarse el saneamiento físico legal, se corre el riesgo de un incremento en el número de personas que reclamen derechos y que las categorías de intangible, inalienable, imprescriptibles, sigan siendo contravenidas.

Asimismo, en el Santuario Histórico de Machu Picchu, se vienen ejecutando obras sin la opinión previa del Inrena, incumpliéndose la normativa vigente que obliga a esta entidad a emitir tal opinión, lo que viene ocasionando un crecimiento urbano desordenado y caótico en el centro poblado de Machu Picchu–Aguas Calientes.

Además, el Inrena no cuenta con instrumentos que orienten el uso turístico del SHM, a fin de asegurar la conservación de los recursos naturales en el área. Por otro lado, existe un ritmo creciente del flujo turístico en la Red de Caminos Inca, sin que se haya determinado la capacidad de carga para la citada Red, sobre la base de metodologías técnico legales consistentes; no obstante contar con estudios acerca de las condiciones sociales y medioambientales. Ello se debe a debilidades en la gestión de la entidad y a la falta de un Plan de Uso Público, lo que afecta su estado de conservación.

Ciertas áreas del SHM se encuentran degradadas debido a la extracción de recursos forestales e invasión de vegetación exótica, lo que propicia deslizamientos y erosión de suelos, a esto se aúna la presencia de la ganadería exótica, que impide la regeneración forestal y dificulta la implementación de los programas de recuperación vegetal. Los incendios causan daños irreversibles a la diversidad biológica de los bosques. En el período 1973-1998 el Santuario ha sufrido la destrucción de 15 655.65 Ha, entre áreas de bosques y pastizales debido a incendios forestales, lo que significa más del 48% de su área total.

Se requiere un Plan ordenado de monitoreo de especies nativas, raras o amenazadas de fauna silvestre, si bien se cuenta con investigaciones sobre la ecología del Gallito de las Rocas, del Oso de Anteojos y de la Nutria de Río; sin embargo, no existe un seguimiento de estas investigaciones. No se cuenta con un plan de monitoreo de aves que habitan los bosques de Quinoal o Queñoal. Existen 37 especies de aves importantes por su grado de amenaza y rareza; número que puede seguir declinando, corriendo el riesgo de desaparición. Además, resultan necesarios estudios sistematizados sobre el uso de fauna y flora silvestres de parte de los pobladores locales, lo que genera riesgo de pérdida del conocimiento e información y uso inadecuado de los recursos naturales.

En el Plan Maestro se advierten debilidades, tales como la inexistencia de planes de acción respecto a uso turístico, de manejo y conservación de recursos naturales, falta de cronogramas de ejecución, no se ha concluido con estudios y ajustes que incorporen acciones correctivas, no se advierte que el Inrena y las instituciones involucradas coordinen las acciones de su competencia, no se ha consolidado el ordenamiento rural y urbano en el ámbito del Santuario, no se cuenta con un Programa y Centro de Interpretación; la estrategias reveladas en el plan, no establecen indicadores de gestión, plazos para las actividades, responsabilidades y presupuestos. Lo expuesto se produce por debilidades en la planificación y también en la toma de decisiones para el desarrollo de los estudios y proyectos necesarios para la conservación y protección del SHMP, lo que conlleva a que se limite el logro de los objetivos de creación del área natural protegida.


Auditoría de Gestión Ambiental y de Patrimonio Cultural en la Municipalidad Distrital de Machu Picchu

La capital del distrito de Machu Picchu se encuentra asentada en una zona de alta vulnerabilidad debido al riesgo de deslizamientos de los cerros Media Naranja y Las Orquídeas, y de huaycos en los ríos Vilcanota, Aguas Calientes y Alcamayo; sin embargo, hasta la fecha no se adoptaron las medidas de prevención adecuadas. Esta situación viene ocasionando que la población no tenga conciencia sobre el peligro, se exponga y siga extendiendo sus viviendas peligrosamente sobre áreas consideradas de alto riesgo; como es el caso de las márgenes de los ríos aludidos y las viviendas asentadas fuera de la poligonal delimitatoria determinada en el Plan de Ordenamiento Urbano, fundamentalmente en la parte baja de las laderas de los cerros Media Naranja y Las Orquídeas. Situación que podría ocasionar la pérdida de vidas y daños materiales.

Asimismo, la construcción de obras (inmuebles) en la capital del distrito de Machu Picchu sin la autorización ni opinión técnica previa de parte de la Municipalidad Distrital, careciendo también de la opinión técnica favorable del Inrena. En la jurisdicción del distrito de Machu Picchu, a la Municipalidad Distrital le compete otorgar las autorizaciones y/o licencias de construcción de las obras a ejecutarse dentro de su ámbito. Además, por encontrarse el centro poblado de Machu Picchu dentro de un Área Natural Protegida, corresponde obtener previamente a estas autorizaciones y/o licencias, la opinión técnica favorable del Inrena, que debe ser canalizada por el precitado Municipio.

La Municipalidad Distrital de Machu Picchu cuenta con un Plan de Ordenamiento Urbano, sin embargo no ha efectuado las gestiones necesarias para su ejecución y/o puesta en marcha; ocasionando que exista una situación crítica en el poblado de Machu Picchu en términos de imagen urbana, que configura un cuadro caótico y desordenado, fomentando la contradicción con las cualidades de estética y belleza paisajística del santuario; además, permite que la población continúe asentándose en lugares de alto riesgo de deslizamientos y huaycos, con el peligro de su integridad física y de afectación de sus bienes.

Por otro lado, el ferrocarril que une el distrito de Machu Picchu con las poblaciones adyacentes carece de una estación ferroviaria para el uso de los pasajeros nacionales, fundamentalmente para la población de la zona; situación que viene ocasionando que la empresa Perú Rail, sin control y supervisión del Gobierno Local, y sin ningún criterio técnico de seguridad y de orden, esté utilizando las cuadras 1 y 2 de la Av. Imperio de Los Incas, como un paradero informal para el embarque y desembarque de los pasajeros en mención.

El agua que viene consumiendo la población de Machu Picchu no es apta para el consumo humano, porque es captada directamente del cauce de los ríos Aguas Calientes y Alcamayo, y sin que se realice tratamiento alguno; y los residuos líquidos (aguas residuales) se vierten directamente a los cursos de agua de los ríos Vilcanota, Aguas Calientes y Alcamayo, vale decir, contaminando las aguas y afectando la flora y fauna de la zona; máxime si la población viene creciendo de manera progresiva y descontrolada.

Auditoría de Gestión a la Dirección Regional de Turismo-Dritinci Cusco

El Santuario Histórico de Machu Picchu carece de suficientes servicios básicos como son los servicios de información, médicos e higiénicos; afectando la actividad turística al reducir su bienestar, e impactando negativamente en el patrimonio cultural y el entorno natural del Santuario.

Se requiere de la supervisión de la Dritinci Cusco, en la Red de Caminos Inca del Cusco, donde los turistas realizan el recorrido auxiliados por los denominados porteadores, quienes cargan el equipaje y son contratados por las Agencias de Viajes para brindar este servicio turístico, al constatarse el exceso de carga que sobrepasa los 20 kilos establecidos como límite.

Finalmente debe atenderse el reclamo de dichos trabajadores por la retribución otorgada.


Auditoría de Gestión Ambiental a la Municipalidad Provincial de Urubamba


Falta promover una mayor coordinación entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales, Instituto Nacional de Cultura y la Municipalidad Distrital de Machu Picchu con el fin de mejorar la labor de protección y conservación del Santuario.

La Municipalidad no cuenta con un Plan Integral de Residuos Sólidos, y el actual botadero no cumple con los criterios técnicos para su disposición final. Esta situación limita la realización de acciones efectivas y conjuntas en relación con el cuidado, limpieza, protección y conservación del Santuario Histórico.


Auditoría de Gestión a la Unidad de Gestión del Santuario Histórico de Machu Picchu

La Unidad de Gestión es un organismo intersectorial, que tiene la finalidad de encargarse de la gestión integral del Santuario y dirigir la puesta en marcha de las estrategias contenidas en el Plan Maestro del Santuario.

Resulta necesario que dicha Unidad de Gestión realice inspecciones y supervisiones periódicas a efecto que las Agencias Prestadoras de Servicios Turísticos, Guías, Porteadores y los propios turistas, que operan o utilizan la Red de Caminos del Inca, cumplan las normas dispuestas en el Reglamento de Uso Turístico de la Red de Caminos del Inca, coordinando para el efecto con el Instituto Nacional de Cultura, Instituto Nacional de Recursos Naturales y el Sector Turismo.